El pasado sábado 24 de noviembre estuvimos en Montilla visitando las Bodegas Cruz Conde, que forman parte de la Denominación de Origen Montilla y Moriles.
Durante la visita pudimos conocer parte de la historia de esta empresa centenaria, sus instalaciones y los sistemas de crianza de los diferentes vinos que producen a partir de la uva Pedro Ximénez, finalizando con la degustación de algunos de ellos.
Bodegas Cruz Conde fue fundada en el año 1902 y es reconocida a nivel nacional e internacional como una de las bodegas más carismáticas de España. En sus instalaciones se mezclan edificios de nueva construcción con otras bodegas tradicionales y que cuentan la historia de esta empresa vitivinícola.
En esta visita, conocimos diferentes bodegas: la de Tinajas o de Conos, la de Arcos, la de vinagrería, la de brandy,… pero la más característica es su bodega “El Sótano” donde se crían sus vinos generosos (Fino y Pedro Ximénez), siendo la única bodega subterránea de toda la Denominación de Origen Montilla Moriles y donde se encontró un mosaico romano del dios Baco (dios del vino).
Esta bodega cuenta con unas condiciones de temperatura y humedades ideales para la crianza biológica o bajo velo de flor del vino Fino mediante el tradicional sistema de Soleras y Criaderas, contando con 4 escalas o niveles. De las botas de la Solera es de donde se extrae el vino para llevarlo a embotellar. Los litros de vino extraídos de las botas de la Solera se reponen con un conjunto de vinos extraídos de las botas de la 1ª Criadera (1ª Escala); el vacío que se origina en la 1ª Criadera se rellenará con caldos extraídos de las botas de la Segunda Criadera y así consecutivamente hasta llegar a la última Criadera que es la que contiene mayor proporción de vino más joven.
La cantidad de vino extraído al año de las botas no puede ser superior al 40%, volumen fijado en el Reglamento del Consejo Regulador. Debido a este sistema de Soleras y Criaderas los vinos generosos de la D.O. Montilla – Moriles no tienen añadas al contrario de lo que ocurre con los vinos tintos.
Para elaborar el Pedro Ximénez, uno de los vinos más reconocidos de esta zona, la uva Pedro Ximénez es depositada en paseras y es secada al sol, para obtener la uva pasa. Esta pasa es la que se lleva al lagar. En este caso, debe cortarse la fermentación ya que el alto contenido en azúcar podría dar lugar a un vino de una altísima graduación alcohólica, añadiendo posteriormente alcohol vínico.
La visita finaliza en la sala de degustación, donde probamos el vino Fino Cruz Conde, el Pedro Ximénez Cruz Conde y en nuestro caso, el Vermouth Artesano Cruz Conde, acompañados con unas tapitas.
Se trata pues de una experiencia muy recomendable para los amantes del vino y para aquellas personas que desean conocer más sobre la elaboración de los mismos.
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