Consejos para elegir vinos rosados

Lejos ha quedado la concepción de que el vino rosado es de peor calidad que otros como el tinto o el blanco. El vino rosado no sólo tiene su público, es que, además, cuenta con bodegas que saben muy bien lo que hacen, creando productos de una gran calidad y dando la razón a los franceses, que siempre valoraron esta variedad. Ahora bien, como en cualquier vino, para escoger entre el rosado también hay que tener en cuenta algunas claves.

En el color está la clave

Debemos entender que el color del vino rosado se debe a que el tiempo de maceración es muchísimo menor que el de el vino tinto. A partir de esto, incluso en la intensidad de su color podemos apreciar diferentes matices.

Las botellas de vino rosado suelen venir siempre en botellas transparentes y eso es una ventaja, ya que si observamos que el color es muy claro, estaremos ante un vino con notas cítricas y frutas exóticas. En el caso de que sea un rosa más oscuro, nos encontraremos ante un vino rosado con notas fresa, grosella y frutos rojos en general.

Fijarse en la variedad de la uva

Es cierto que en este tipo de vino la variedad no es tan importante como en otros que sí es determinante, pero pueden ayudarnos un poco a la hora de escoger.

Un vino a base de Merlot y Cabernet casi seguro tendrá notas de frutos rojos. En el caso de la Garnacha o Cinsault, en el paladar obtendremos notas cítricas y vinos con mucho más cuerpo.

La cantidad de alcohol del vino

Para que un vino rosado cuente con esa ligereza que tanto gusta, es importante elegir un producto que no supere los 13 grados. ¿Significa que los que tengan más alcohol no estarán buenos? No, significa que esos no contarán con la frescura que suele ser tan apreciada en el vino rosado.

Además, si nos fijamos en la cantidad de alcohol, también podemos encontrar un indicador clave del azúcar que tendrá. No obstante, estos datos suelen estar indicados en la etiqueta.

El año del vino

Como comentábamos, el vino rosado tiene ese color precisamente porque su tiempo de maceración es menor, así que en este caso podemos olvidarnos del dicho que asegura que todo el vino mejora con el tiempo. Es más, en realidad, este dicho popular no se puede aplicar ni a los tintos; y es que hay vinos que tienen mayor proyección de envejecimiento que otros, que están pensados para consumirse en un tiempo bastante corto.

Este es el caso del vino rosado. Es recomendable consumirlos antes de que pasen dos años tras la cosecha. Hay excepciones, claro, como los vinos rosados con crianza, pero esto son rarezas gastronómicas.

Lugar de procedencia

Por último, un dato a tener en cuenta también es la bodega y el lugar de procedencia. No tiene necesariamente que ser un indicador excluyente, pero si que puede ayudarnos a elegir; y es que los expertos en vinos aseguran que hay procedencias que son siempre una apuesta segura, como la Provenza (Italia), California, Burdeos (Francia) o el norte de España. Encontrar un lugar en el que podamos encontrar tanta variedad puede ser complicado, pero cada vez son más los establecimientos, como en el caso de Supermercados Mas, que cuentan con una variedad interesante de vinos rosados

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