Aprovechando que este año en el huerto familiar hemos tenido muchas berenjenas, y para darle un uso distinto (ya le hemos preparado fritas con miel, asadas con miel, en tortilla, con queso brie, rellenas de pollo,…)
Esta es una receta un pelín laboriosa pero que nos permite congelarlas e ir usándolas cuando vayamos necesitando.
Nos hemos inspirado en Carmina, del blog Carmina en la Cocina, que os animamos a visitar…y disfrutar!
Ella las ha preparado con una salsa de yogurt riquisima!
¡Vamos a la cocina!
Tiempo estimado de realización: 55 minutos
Ingredientes (para 2 personas):
- 2 berenjenas medianas
- 3 huevos
- 2 latas de atún pequeñas
- Pan rallado
- Comino molido
- 3-4 dientes de ajo
- Perejil fresco
- Sal y pimienta
- AOVE: aceite de oliva virgen extra
Preparación:
- En primer lugar, comenzamos cortando las berenjenas en cuadraditos y las ponemos en remojo, con agua durante unos 20 minutos para que no amarguen.
- Escurrimos los daditos de la berenjena y los salteamos a fuego medio-bajo con el aceite del atún.
- Mientras se cocina la berenjena, picamos muy fino el ajo y el perejil.
- Ponemos en un bol el atún muy desmenuzado, los huevos, el comino, el ajo y perejil picado. Mezclamos muy bien y reservamos.
- Cuando la berenjena este tierna, la retiramos del fuego, la escurrimos bien y la añadimos al bol con la mezcla anterior, rectificamos de sal y pimienta y mezclamos.
- Poco a poco vamos añadiendo pan rallado, hasta que la masa tenga una consistencia buena para hacer las bolitas.
- Hacemos las bolitas de las albóndigas y las freímos con AOVE bien caliente hasta que estén doraditas.
- Sacamos las albóndigas y las ponemos encima de un papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Emplatamos y ¡A disfrutar!
Consejos:
- Nosotros las hemos acompañado de una fantástica salsa de tomate casera
- También puedes añadir frutos secos para darle un toque especial.
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